Justo junto al albergue de Navaluenga donde pasamos nuestras vacaciones este verano, pasaba el río Alberche. Una noche el amigo Pepote y yo decidimos bajar a hacer unas fotos nocturnas mientras Galvan roncaba que era una delicia en la habitación.
Todo parecía perfecto para la fotografía nocturna. Un río, la luna llena, un cielo estrellado, hasta que nos dimos cuenta de que había olvidado el disparador, así que tuve que hacer las fotos de 30 segundos y con una iso exagerada. El resultado no es una maravilla pero apañao (Que apañao eres, como dirían en Tomelloso).
En la foto se nos puede apreciar a Pepote y a mi (yo soy el que tiene la cara que parece borrón y Pepote el que está adoptando una postura de intelectual) así como una especie de torre que había quedado al descubierto al bajar el nivel de agua del pantano que teníamos cerca.
Todo parecía perfecto para la fotografía nocturna. Un río, la luna llena, un cielo estrellado, hasta que nos dimos cuenta de que había olvidado el disparador, así que tuve que hacer las fotos de 30 segundos y con una iso exagerada. El resultado no es una maravilla pero apañao (Que apañao eres, como dirían en Tomelloso).
En la foto se nos puede apreciar a Pepote y a mi (yo soy el que tiene la cara que parece borrón y Pepote el que está adoptando una postura de intelectual) así como una especie de torre que había quedado al descubierto al bajar el nivel de agua del pantano que teníamos cerca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario